> Acusan amedrentamiento de parte de otros grupos del mismo pueblo Colla que buscan frenar su participación en el proceso liderado por el Ministerio del Medio Ambiente.
Diversas comunidades del Consejo Nacional del Pueblo Colla (CNPC), que han asumido un rol activo en la defensa del Salar de Maricunga y otras lagunas altoandinas, han denunciado públicamente el presunto hostigamiento y amedrentamiento sistemático por parte de otros grupos Collas que se oponen a su participación en el proceso de consulta ambiental actualmente liderado por el Ministerio del Medio Ambiente.
El conflicto surge en el marco de la consulta indígena sobre la protección de salares y ecosistemas altoandinos, donde por primera vez dicho Ministerio ha permitido una participación más amplia e inclusiva, escuchando a comunidades que históricamente habían sido marginadas de estos procesos.
“Este proceso ha sido una oportunidad para abrir espacios a comunidades que realmente sienten el llamado de proteger el territorio, pero lamentablemente eso ha generado incomodidad en ciertos grupos que buscan monopolizar la representación del Pueblo Colla. La Seremia y CONADI están haciendo esfuerzos por la inclusión de todos”, declararon voceros de las comunidades defensoras.
Según testimonios, las presiones van desde presuntas amenazas veladas hasta desinformación y exclusión deliberada. Esta situación vulnera principios fundamentales del Convenio 169 de la OIT, que establece el derecho de todos los pueblos indígenas a participar libremente, de forma informada y de buena fe, en los procesos que les afecten directamente.
Además, las comunidades afectadas señalan que este presunto hostigamiento no solo atenta contra su integridad, sino que también busca debilitar un precedente clave: la posibilidad de que todo el Pueblo Colla pueda ejercer su derecho a la participación real y efectiva en la toma de decisiones ambientales, especialmente en un contexto donde los salares y lagunas son considerados espacios sagrados, de valor cultural, ecológico y espiritual ancestral.
“Defender el agua, los salares y nuestras lagunas altoandinas no es un delito, es un acto de dignidad y amor por nuestra Pachamama”, declararon desde una de las comunidades afectadas.
Ante esta situación, las comunidades hacen un llamado a las autoridades, organizaciones de derechos humanos y a la ciudadanía a estar alertas frente a este tipo de vulneraciones y a respaldar la legítima defensa del territorio que lleva adelante el Pueblo Colla desde sus múltiples voces y experiencias.