Familiares y amigos de Agustín Cabrera, de 11 años, que falleció el 20 de mayo, realizó una manifestación, acusando una presunta negligencia médica, producto que no se detectó en su momento, de la presencia de la bacteria asesina y que le costó la vida en el Hospital Regional de Copiapó.
De acuerdo al registro hospitalario, la muerte del menor ocurrió a las 3:05 horas del 20 de mayo de este año. En primera instancia se le había detectado una meningitis, pero luego de hacer exámenes de laboratorio, se reveló la presencia de la bacteria streptococcus pyogenes o la famosa bacteria asesina, siendo ésta la que le provocó la muerte.
Unos de los familiares del menor Yerko Barraza, abuelo de Agustín relató al Diario Atacama lo sucedido con su nieto: “Se cayó, tuvo un pequeño golpe y lo llevamos al SAR de Paipote y lo atendió una practicante, él tenía harto dolor de cabeza y lo mandaron a la casa, siguió con dolor de cabeza, vómito. El domingo a las 16 horas, lo trajo el otro abuelo al hospital, el niño venía con mucho dolor de cabeza, con calor en su cuerpo, baja saturación. Estuvo cuatro horas esperando, cuando entró para que lo atendieran, vomitó un poquito de sangre y la enfermera que lo atendió dijo que era porque no había comido nada”, señaló.
Luis Cabrera, el otro abuelo del menor explicó al diario regional que: “la doctora en Pediatría dijo que porque no lo habían enviado con oxígeno porque estaba mal. Estaba muy inquieto, se sacaba las vías y la médica indicó que le pusieran la inyección para calmarlo, quedó dormido después le dieron respiración con una máquina y falleció, quedó el despelote porque no tenían la implementación para una emergencia, en ese lapso falleció”.
Ante la denuncia, y desde el Ministerio Público, instruyeron las inmediatas diligencias investigativas respectivas, al personal de la Brigada de Homicidios de la PDI, además de ordenar la autopsia de rigor al menor.
