El comienzo del año escolar en la Región de Atacama ha estado marcado por la agitación y el descontento de diversos actores dentro de la comunidad educativa.
A pesar de la fecha pactada para el inicio de las clases el pasado 5 de marzo, el panorama dista mucho de ser el esperado, con múltiples establecimientos que se han sumado al paro de profesores y apoderados que prometen intensificar las manifestaciones en las próximas jornadas.
La directora ejecutiva suplente del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) en la zona, Cecilia Brito, informó que de los 50 colegios programados para abrir sus puertas, 12 no lo hicieron; 6 por solicitud de sus directores y otros 6 por adhesión al paro docente.
Esta situación ha generado un ambiente de incertidumbre y malestar en la comunidad, con los padres y apoderados expresando su preocupación por el impacto que esta situación tendrá en la educación de sus hijos.
La huelga de hambre de algunos docentes ha agregado un elemento de urgencia al conflicto. Con tres profesores que ya superan las 100 horas sin alimentarse, la presión sobre las autoridades y el sistema educativo se incrementa.
“Es lamentable que esta normalidad que tratan de instalar las autoridades no sea tal“, expresó Carlos Rodríguez, uno de los profesores en huelga de hambre, enfatizando la necesidad de abordar de manera responsable y efectiva los problemas que enfrenta la educación en la región.
En medio de este escenario tenso, el Ministerio de Educación busca alcanzar un acuerdo que permita retomar las clases de manera normal y garantizar el derecho a la educación de los estudiantes.
El ministro de la cartera, Nicolás Cataldo, instó a los dirigentes del paro a deponer la huelga de hambre y enfocarse en el diálogo constructivo para encontrar soluciones.
Sin embargo, las demandas de los docentes y la falta de respuesta concreta a sus inquietudes mantienen el conflicto sin resolver.
La situación ha llegado a tal punto que el gremio docente ha decidido emplazar directamente al presidente de la República, instándolo a intervenir en la crisis educativa que atraviesa la región.
“El presidente debe dar instrucciones precisas para que se dé solución, para que se pongan todos los recursos necesarios”, afirmó el presidente del Colegio de Profesores, Marío Aguilar, subrayando la urgencia de la situación.
La comunidad educativa espera que las autoridades y los dirigentes sindicales puedan llegar a un acuerdo que permita restablecer la normalidad en los establecimientos educacionales y garantizar la calidad de la enseñanza para todos los estudiantes de la Región de Atacama.
Fuente: www.cnnchile.com
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