Dado a las lluvias de este año en la región, el espectáculo natural más importante de Atacama, el desierto florido, apareció antes este año.
Este fenómeno llevaba un año sin aparecer, producto de la sequía en la zona. Fue el 2022, el último año que volvió a florecer.
De hecho, el desierto florido solía florecer cada 10 años durante la primavera, entre septiembre y noviembre.
El investigador Francisco Squeo, del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y de la Universidad de La Serena en conversación con ECOOSFERA, confirmó el evento: «Lentamente está comenzando el desierto florido, aún muy localizado. Pero se espera máxima expresión en un mes más. Como ejemplo, en Fray Jorge las añañucas están con sus hojas completamente afuera y muy vigorosas, pero aún no comienza la floración”.
De acuerdo a T13, la importancia de su ecosistema radica en que la mayoría de sus plantas o flores son endémicas y están muy amenazadas, por ejemplo la garrita de león, está en peligro de extinción y sólo florece en está zona.
Además, con la floración aparecen los insectos polinizadores y sus depredadores (aves y reptiles), así como zorros y otros mamíferos.