El 13 de junio de este año, la CGR entregó el Informe N°530 sobre auditoría interna realizada al Servicio Local de Educación Pública de la Región de Atacama, observándose deficiencias graves a la hora de la ejecución presupuestaria del organismo, desvíos de dinero de subvenciones, situaciones de administración poco probas y una pésima gestión educativa de los establecimientos a su cargo.
Las observaciones y alertas más relevantes que detectó la CGR, fueron:
- Se verificó la compra, por parte del SLEP, de 1.314 gift card por un monto de 125 millones, financiadas a través de fondos de la Subvención Pro-Retención Escolar y entregadas a personas que no pertenecían a las comunidades escolares. Muchas de estas o no se entregaron o sus vigencias vencieron durante este 2023, y una cantidad importante simplemente desaparecieron, no encontrándose documento alguno que permita rastrearlas.
- A su vez, existen debilidades en el control interno del SLEP que impiden hacer, hasta el momento, un correcto seguimiento de los dineros públicos manejados por el servicio, como también inexistencia de manuales de procedimientos para una eficaz conciliación bancaria y ausencia total de protocolos para impedir pérdida de equipamiento educativo.
- Incumplimiento efectivo del calendario escolar mandatado por el Ministerio de Educación, esto debido a la pésima situación en la que se encontraban los colegios y liceos públicos de la región. Alcantarillado tapado, salas sin puertas ni ventanas, inexistencia de elementos de aseo, insumos estudiantiles, papel higiénico e incluso varios recintos sin poder asegurar de manera constante el suministro de agua potable.
¿Qué rol jugaba el PS Atacama?
Según investigación por parte de FactChecking Atacama, el Partido Socialista (PS) tenía, hasta hace muy poco tiempo, una presencia relevante e importante en el SLEP Atacama. Sin ir más lejos, el asesor de la Unidad Jurídica de este era Miguel Carvajal, concejal por la comuna de Copiapó y presidente del PS en la región.
Además, Claudio Álvarez, concejal por Caldera, y militante socialista, fue hasta fines de septiembre el encargado de la Unidad de Personal en el servicio local, sumándose, tras la llegada de este, varios militantes al organismo.
Sin embargo, la renuncia de ambos al servicio, sumando a la grave crisis por la que atraviesa el PS en Atacama, no atiende la grave crisis que atraviesa la educación pública en Atacama. De hecho, son decenas los establecimientos que aún se mantienen en movilizaciones por uno de los casos de corrupción más grande que atraviesa un servicio local en Chile.
Fuente: FactChecking Atacama