Compromiso y Avance: La Terapia Ocupacional en el Contexto de Chile

Por Luz Aguilar, académica de la carrera de Terapeuta Ocupacional de la U.Central Región de Coquimbo.

Cada 27 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Terapia Ocupacional, una ocasión para reflexionar sobre el impacto profundo que esta disciplina tiene en la vida de las personas. Como docente de la Universidad Central Coquimbo es un privilegio reconocer y celebrar el trabajo de los Terapeutas Ocupacionales, quienes se dedican a fomentar la independencia, la inclusión y el bienestar de sus usuarios.

La Terapia Ocupacional no solo se centra en la rehabilitación física; considera además la dimensión emocional, social y ambiental de cada individuo. Este enfoque holístico es fundamental, especialmente en un mundo que enfrenta desafíos como el envejecimiento de la población, las enfermedades crónicas y las secuelas de situaciones adversas, como la reciente pandemia que atravesamos.

En Chile, la población está envejeciendo rápidamente. Según proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), para el 2030, más del 20% de la población tendrá 60 años o más. Este fenómeno plantea un desafío significativo para la salud pública y los servicios sociales, y nuestra disciplina se convierte en un pilar fundamental para abordar las necesidades de este grupo, ya que no sólo se enfoca en mantener la independencia y calidad de vida de las personas mayores, sino que también desempeña un papel crucial en la prevención de la dependencia y el deterioro funcional, lo que resulta esencial para promover un envejecimiento activo y saludable, cuyo impacto se extiende a las familias y comunidades.

En este contexto, es fundamental destacar el creciente interés de los jóvenes por esta disciplina y las nuevas ofertas académicas en Terapia Ocupacional que han surgido a nivel nacional, iniciativas que no solo buscan formar profesionales competentes, sino también responder a las crecientes demandas de atención en áreas como la geriatría, la salud mental, la rehabilitación (que cada vez más se beneficia del uso de la tecnología) y las nuevas áreas emergentes. La expansión de estas oportunidades educativas es un paso positivo hacia el fortalecimiento de la disciplina en nuestro país, así como una oportunidad para la inclusión de ésta en políticas de salud pública y en programas educativos, un paso necesario para garantizar que más personas tengan acceso a estos servicios vitales.

Sin embargo, a pesar de que cada vez más somos reconocidos, aún queda mucho por hacer, especialmente en la macrozona norte. Hay campos laborales donde la Terapia Ocupacional aún no tiene una presencia significativa, y es nuestro deber como educadores y profesionales del área trabajar para abrir esos espacios. La colaboración con instituciones de salud, organizaciones comunitarias y empresas puede generar nuevas oportunidades para los Terapeutas Ocupacionales y, a su vez, beneficiar a la población que más lo necesita.

En este Día Mundial de la Terapia Ocupacional, hagamos un llamado a la acción. Promovamos la importancia de esta disciplina, apoyemos la formación continua de nuevos profesionales y trabajemos juntos para asegurar que todos los ciudadanos, independientemente de su edad o condición, tengan acceso a los beneficios de la Terapia Ocupacional.

Celebremos hoy el impacto de esta profesión y el compromiso de seguir avanzando hacia un futuro más inclusivo y saludable para todos.

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