P. Enrique Balzán: Armémonos de Jesús

El cuarto día de novena en el Santuario fue el día de oración por las mujeres. La catequesis de la novena, preparada por monseñor Ricardo Morales y entregada por el vicario general, P. Enrique Balzán, hizo hincapié en que el proceso sinodal pone en evidencia la igual dignidad de todos los bautizados.

El p. Enrique dijo que “la dignidad del cristiano procede de la participación en la naturaleza divina” y que esta participación se hace a través del Verbo Encarnado: “es la gracia de la filiación divina”. El documento continúa diciendo que esa filiación divina y la común dignidad de los fieles implica responsabilidad compartida, por lo mismo, el proceso de evangelización no es responsabilidad única de los ministros consagrados, como sacerdotes o diáconos, sino una misión que compete a todos. “En mi casa, en mi trabajo, debo evangelizar, con mi vida, con mi ejemplo”, dijo el p. Enrique.

También habló del “sensus fidelium”, que es “el conocimiento que el conjunto de los bautizados posee respecto de las cosas de Dios” y que “implica dejar hablar al Espíritu Santo en los corazones y discernir juntos lo que nos pide Dios para un momento histórico y eclesial particular”, añadiendo que “la fe de los bautizados no se equivoca, pues todos tienen la misma unción del Espíritu Santo”. Y concluyó pidiendo a María Candelaria “que nos ayude a crecer en nuestra conciencia de la dignidad bautismal, para que todos nos sintamos corresponsables en la misión evangelizadora de la Iglesia, y descubramos cómo el Espíritu Santo nos ayuda a reconocer la voluntad de Dios”.

Misa vespertina
En la homilía de la misa vespertina, el p. Enrique habló de la autoridad de Jesús, señalando que “la manera de predicar de los maestros era citando a otro maestro y a Moisés. Jesús no citaba a nadie porque él era la autoridad, la gente sintió esto, porque Jesús es El Señor, Dios mismo estaba hablando” remarcó. Sobre el hombre poseído que aparece en el evangelio, el p. Enrique recordó lo que había mencionado el día anterior: “Con el diablo no se dialoga, porque es inteligente. Quiere engañarte y esclavizarte”. “Si estamos con Jesús -dijo- nadie puede contra nosotros, ni siquiera el diablo. Armémonos de Jesús, de la oración, la Palabra de Dios, los sacramentos, estemos con él, tengámoslo en nuestro corazón, busquemos a Jesús y no debemos tener miedo”.

Como ha sido tradición, en el ofertorio se llevaron flores al altar, junto al pan y al vino. Tres ramilletes con 44 flores, una por cada mujer asesinada en el país el último año, producto de la violencia intrafamiliar. Estas flores se pusieron a los pies de la imagen de la Virgen, mientras se recitaba el nombre de cada una, y se hacía oración por el cese de todo tipo de violencia contra la mujer, y por las distintas situaciones que enfrentan las mujeres en la sociedad y en la Iglesia.

El lunes 29 será el día de oración por los enfermos. A las 17 horas será la Bendición de los enfermos en el patio del Santuario, hasta donde se espera lleguen personas con problemas de salud, personas en situación de discapacidad física o cognitiva, o muy mayores, para recibir el sacramento de la unción.

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