¿Porque los parlamentarios de la Centro Derecha han sido borregos?

Desde antes de recuperar la Democracia, los partidos políticos de la Centro Derecha han estado en un continuo acuerdo con los partidos políticos de la izquierda comunista.

Es más, esto es un arreglo entre los grandes bloques, “justamente para no tocar ciertos temas y no denunciar otros”.

El partido Comunista desde sus inicios ha querido cambiar la Constitución del 80, porque no le es favorable a sus demandas. La primera modificación, se extendió desde los años 1980 al 1989, en virtud de la ley N° 18.825 y consta de 54 cambios. El segundo procedimiento, ya en el año 1991, fue publicado en la ley N° 19.055. En tercer lugar, la ley n° 19.295 del año 1994, modifica el artículo 25 de la Constitución. Otro de los cambios importantes a nuestra Carta, se realizó en el año 1999, mediante las leyes N° 19.597, 19.611, 19.634, y 19.643. Por moción parlamentaria, en el año 2000, con la ley N° 19671, se modifica el artículo 177 de la Carta Fundamental.

«El 26 de agosto del 2005, se publicó en el Diario Oficial la Ley N° 20.050, conocida como la “Gran Reforma”, sólo comparable en extensión y profundidad a la modificación de 1989. Esta incluyó 54 modificaciones.»

A la izquierda política nunca les ha sentado cómodo la Constitución del 80, porque como lo dijo el ex senador Alejandro Guillier la Constitución Política de 1980 fue “Diseñada y pensada para evitar su modificación”, reconociendo que “el problema está en que representa un modelo institucional autoritario, jerárquico y muy centralizado”.

Para la izquierda política «los ideólogos de la Carta Magna que rige a nuestro país crearon diversos mecanismos para limitar el margen de acción política en democracia, y perpetuar así el modelo político y económico de la dictadura. Los quorums de reforma a la Constitución, las Leyes Orgánicas Constitucionales y el Tribunal Constitucional emergen en el contexto de la crisis actual como los grandes cerrojos vigentes que han impedido muchos de los cambios que por décadas han deseado los partidos políticos de la izquierda comunista».

Pero después del Estallido Delictual o Social de Octubre de 2019, los partidos políticos vieron una oportunidad única para cambiar la Constitución del 80 y el gobierno de Sebastián Piñera junto a los parlamentarios de la Centro Derecha fueron unos vendidos a la O.N.U  y por no querer arriesgar sus intereses económicos y perder el poder político, cedieron ante la izquierda comunista y socialista, actuando como borregos asustados ante la presencia del Lobo.

Así se inició el primer proceso constitucional para cambiar la Constitución del 80, pero que felizmente los chilenos supieron rechazar en el plebiscito de salida en septiembre de 2022.

Viendo frustrados sus planes la izquierda comunista por la aplastante derrota en las urnas, iniciaron inmediatamente un nuevo proceso constitucional ilegal, pero con él visto bueno de los partidos políticos de Chile Vamos y establecieron un nuevo proceso constitucional espurio en el cual estamos ahora, donde rigen doce bordes constitucionales que son las bases institucionales e inamovibles de éste nuevo texto constitucional.

De hecho ni siquiera las enmiendas presentadas por el Partido Republicano, cambian estas bases constitucionales, donde las más peligrosas es la quinta o borde número cinco que establece que Chile será un Estado Social y Democrático de Derecho es decir un Estado Socialista.

BORDE NÚMERO 05

“Chile es un Estado social y Democrático de Derecho, cuya finalidad es promover el bien común; que reconoce derechos y libertades fundamentales; y que promueve el desarrollo progresivo de los derechos sociales, con sujeción al principio de responsabilidad fiscal; y a través de instituciones estatales y privadas.»

Esto es muy grave, porque abre la puerta, para que sea el Estado el dueño del destino de los chilenos, es decir el Estado sé transforma en un Dios todopoderoso en la vida de los ciudadanos y les quita su Libertad, contrario a la Constitución del 80 donde a pesar de las modificaciones, éstas no han sido sustantivas respecto al rol del Estado frente a la ciudadanía. Salvo contadas excepciones, no se han modificado grandes aspectos fundamentales de la Constitución, es decir gracias a la Constitución política del 80 los chilenos seguimos siendo libres en derechos humanos, políticos y económicos.

Adolfo Sadrac Godoy Carrasco

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