Chillanejos participaron de la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María

Acogiendo el llamado del Papa Francisco, la tarde de este viernes 25 de marzo, la comunidad cristiana de Chillán participó en la Liturgia para consagrar a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María en el Día de la Anunciación, tal como lo convocó el Papa Francisco a la espera de una resolución que ponga fin a la guerra entre los dos países.

La actividad se desarrolló en la Catedral de Chillán y la instancia fue presidida por el obispo Sergio Pérez de Arce, quien estuvo acompañado por los presbíteros Fernando Varas, Luis Flores, Esteban Muñoz y Nelson Jara. Uno de los fieles participantes, David Morales, indicó que “vine porque creo que es importante estar en comunión con la iglesia y con el Papa Francisco que pidió hacer esta consagración de estos países. Todos tenemos que estar unidos para que estos países tomen la decisión de dejar la guerra que solo lleva a la destrucción. La guerra no tiene un fin de vida, nosotros como cristianos estamos a favor de la vida”.

Por su parte, Mirta Stuardo dijo que “siento el deber y la necesidad de unirme a la iglesia diocesana en oración por lo que estamos viviendo en el mundo. Sentí la necesidad de hacer comunión con nuestro obispo, con nuestra Diócesis y con todos los hermanos. La guerra es terrible, incomprensible, cuesta mucho entender que dos países hermanos solo por intereses economicistas quieran destruir, matar es un drama muy grande y creo que efectivamente ahí no se está cumpliendo el plan de Dios y eso es un desafío grande para los cristianos”.

El obispo Sergio Pérez de Arce reflexionó en torno al drama que se vive en el punto de conflicto y a la confianza que debemos depositar en María. “Cuántas expresiones de violencia hemos visto estos días. Esa violencia que está en el mundo tiene su máxima expresión en la guerra. La guerra es como una síntesis y una expresión de todas las violencias que ejercemos y vivimos los seres humanos. La guerra tiene dos ingredientes que la hacen más terrible; la guerra lo es porque la hace el estado o alguien desde el poder. Algo que tendría que estar para servir al bien común, es usado para violentar a otro. Lo otro que tiene la guerra de terrible es la capacidad destructora de las armas. Antiguamente, peleaban con palos, hoy con bombas, proyectiles, misiles. Estas armas pueden destruir la humanidad”.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillan , 25-03-2022

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