El 8 de enero de 1949 se dicta la Ley que otorgó sufragio político a la mujer chilena, creando los registros electorales de varones, de mujeres y municipales de extranjeros, que dio nacimiento al texto definitivo de la Ley General de Elecciones, de 5 de mayo de 1949, que rigió hasta mayo de 1958, cuando (segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo) se dicta la ley que que estableció la cédula única electoral, que puso fin al cohecho, y que dio lugar a la Ley General de Elecciones del 26 de junio de 1958.