El ambicioso proyecto eléctrico Kimal-Lo Aguirre -que considera una inversión de US$ 1.480 millones- enfrentó un importante obstáculo en la localidad de El Molle, en el Valle del Elqui, donde la resistencia ciudadana y el valor patrimonial del paisaje llevarían a la reconfiguración de su trazado original. A la espera de que se oficialicen los cambios en la Adenda, que será presentada ante el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) en noviembre, esta modificación apunta a un equilibrio entre el desarrollo energético y el resguardo de las comunidades afectadas.
Panorama general. En julio, llegaron las últimas observaciones al importante proyecto de transmisión Kimal-Lo Aguirre. Si en una primera etapa se realizaron casi 1.700 acotaciones de entidades públicas, en la siguiente se sumaron otras 900, totalizando casi 2.600 observaciones.
El proyecto -clave para los objetivos de descarbonización- ingresó su Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) en octubre de 2023, es decir, hace poco más de 9 meses y con una inversión de US$ 1.480 millones.
La dirección ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) publicó en junio un anexo de Participación Ciudadana al Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones (ICSARA). Esto en el marco del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la megalínea de transmisión.
Conexión es el consorcio a cargo de la construcción del proyecto. Está conformado por Transelec, Isa Inversiones Chile y China Southern Power Grid International.
La empresa tiene hasta el 29 de noviembre para presentar la Adenda, donde entregará respuesta a las observaciones de las entidades y ciudadanos.
El desvío de la línea por oposición ciudadana. Uno de los puntos más llamativos que se incluiría en la Adenda tiene que ver con un cambio en el trayecto de la línea en la cuarta región. Aquello se debe a la oposición y a las diferencias que han tenido los vecinos de la comunidad de El Molle, en la comuna de Vicuña de la provincia del Elqui.
Justamente es una de las localidades más cercanas a la sección del trazado que atraviesa la región de Coquimbo. Aquel sector es reconocido internacionalmente por su alto valor patrimonial y turístico, donde se pueden ver hoteles de lujo.
A través de observaciones, ciudadanos y autoridades han hecho notar sus discrepancias con el trayecto de la iniciativa. Hace unos meses, el alcalde de Vicuña, Rafael Vera, fue enfático en manifestar que no está en contra de obras que benefician al país, pero no quiere que el valle de Elqui se transforme en una zona de sacrificio.
“Entendemos que este es un proyecto bueno para Chile, no tenemos discusión de esto porque el tema eléctrico se mejora, pero nosotros hemos expresado nuestras apreciaciones en términos que no nos parece que pase tan cerca de la localidad de El Molle, a 98 metros de una casa que es como si pasara por encima”, dijo.
Quienes han trabajado en la defensa de la localidad, explican que vieron que el trazado pasaba por las principales colinas que se ven desde el El Molle.
“Además, nuestra localidad es la entrada al Valle del Elqui. Se afectaría al paisaje, al turismo, a la identidad de las personas, y pasaría muy cerca de las casas, considerando el gran tamaño que tienen las torres”, dice uno de los abogados.
La piedra en el zapato. Hasta hace poco parecía que la situación del Elqui era una piedra en el zapato para el megaproyecto, sin embargo, conocedores del proceso señalan que no hace mucho se llegó a un acuerdo entre ambas partes, el que se vería reflejado en la Adenda que se presenta en noviembre.
Desde la comunidad esperan con ansias que el acuerdo se vea reflejado en el documento que suscribe en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Por su parte, la empresa señaló a Ex-Ante que “estamos próximos a contestar las 1698 preguntas del informe consolidado de solicitudes, aclaraciones, rectificaciones y ampliaciones, y las 876 preguntas de la participación ciudadana, donde para responder adecuadamente, vamos incorporar algunos ajustes que permitan una optimización del proyecto desde el punto de vista social y ambiental”.
Agregan que “considerando que esto aún no ha sido ingresado al SEA, y para resguardar el proceso de evaluación, no podemos dar más detalles”.
Iniciativa clave. Kimal-Lo Aguirre será la primera línea de transmisión eléctrica de corriente continua que se construirá en Chile. Se espera que esté operando en 2029 y cuenta con una longitud de más de 1.400 km.
El proyecto es indispensable para el cumplimiento de las metas de descarbonización al 2050.
Para conocedores del tema, la iniciativa podría generar un impulso importante de las energías renovables del país.
Es clave para el aprovechamiento de energías limpias que hoy se pierden -principalmente en el norte- por falta en la capacidad de transmisión.
Kimal-Lo Aguirre forma parte del plan de expansión de la transmisión en Chile de 2017, elaborado por la Comisión Nacional de Energía.