Cae la informalidad laboral en Atacama, pero persiste entre mujeres y jóvenes

Durante el primer trimestre de 2025, la tasa de ocupación informal en la Región de Atacama disminuyó a 28,2%, impulsada por una caída significativa en la informalidad femenina y en el tramo etario de 15 a 34 años.

La tasa de ocupación informal en la Región de Atacama se ubicó en 28,2% durante el trimestre enero-marzo de 2025, registrando una disminución de 1,6 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior. Así lo informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que atribuyó esta baja a una reducción del 3,5% en la población ocupada informal, equivalente a 1.559 personas menos.

El mayor retroceso se observó entre las mujeres, cuya ocupación informal cayó un 9,1%, mientras que los hombres registraron un aumento del 1,4%. La tasa de informalidad femenina alcanzó 30,6%, y la de los hombres, 26,6%.

Por grupo etario, el descenso más pronunciado se produjo entre los jóvenes de 15 a 34 años, con una baja de 10,8% en la cantidad de personas ocupadas informalmente. En este grupo, la tasa de informalidad llegó a 28,3%, mientras que en el segmento de 35 a 54 años fue de 21,7%. En contraste, el tramo de 55 años y más experimentó un aumento del 10% en la ocupación informal, alcanzando una tasa de 40,1%.

El nivel educacional también mostró diferencias marcadas. Las personas con educación primaria presentaron la mayor tasa de ocupación informal, con un 50,4%, seguidas por quienes tienen educación secundaria (32,5%) y técnica (18,1%). La tasa más baja se registró entre quienes poseen estudios universitarios, con un 12,7%.

En cuanto a la categoría ocupacional, el trabajo por cuenta propia concentró la mayor informalidad, con una tasa de 74,4%. Le siguieron los asalariados del sector privado con 16,6%, mientras que los asalariados públicos presentaron la menor tasa, con 10,6%.

Respecto a la jornada laboral, el 48,2% de las personas ocupadas informalmente trabajó entre 1 y 30 horas semanales. De ese grupo, un 53,4% lo hizo por decisión propia y un 46,6% de manera involuntaria. En promedio, las personas ocupadas informalmente trabajaron 31,9 horas a la semana, 10,9 horas menos que quienes tienen empleos formales.

A pesar de la disminución general en la informalidad laboral, el informe evidencia que persisten brechas importantes asociadas al sexo, la edad y el nivel educacional, lo que mantiene condiciones desiguales en el mercado del trabajo regional.

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