En medio del proceso de negociación colectiva de Minera Candelaria, dos de sus sindicatos de operadores rechazaron las respectivas ofertas de la compañía y optaron por iniciar una huelga. Mientras el Sindicato Mina comenzó la paralización el jueves 8 de octubre, el Sindicato Candelaria iniciara su huelga desde el martes 20 de octubre, 2020.
La principal preocupación de Minera Candelaria ha sido y será siempre el bienestar de sus trabajadores, especialmente en el actual contexto de pandemia. Sin embargo, las acciones de violencia impulsadas por algunos miembros del Sindicato Mina ponen en serio riesgo este compromiso.
Dados los constantes bloqueos, los ataques a nuestro personal e instalaciones que ponen en riesgo la seguridad de nuestros trabajadores, cuestión que excede el marco de una movilización laboral, Candelaria tomó la determinación de suspender sus operaciones a partir del día 20 de octubre de 2020. Durante este período, sólo se continuarán ejecutando trabajos esenciales para dar cumplimiento a nuestros compromisos de seguridad de las personas y medio ambiente. La operación se retomará sólo una vez que sea posible contar con las garantías necesarias para la protección de todos los trabajadores.
A lo largo de este proceso, Candelaria ha manifestado su disposición a llegar a un acuerdo que sea satisfactorio para las partes. Prueba de ello son las diversas ofertas presentadas por la empresa, las que han sido rechazadas por ambos sindicatos.
Asimismo, Candelaria ha expresado su disposición a dialogar de buena fe. De hecho, en el caso del Sindicato Mina, la empresa participó en el proceso de mediación con la autoridad laboral y, una vez iniciada la huelga, invitó a la organización a una mesa de diálogo, solicitando que se depusieran las medidas de presión, entre ellas el bloqueo de caminos y la destrucción de bienes públicos y privados, incluyendo sabotaje a los equipos. Lamentablemente, esto no sucedió.
Candelaria reitera su profundo respeto por el derecho a huelga de sus trabajadores, siempre que esta se realice dentro del marco legal vigente. En esa línea, rechaza categóricamente todas las acciones que comprometan la salud y seguridad de los trabajadores, contratistas y comunidades.
Del mismo modo, la empresa reafirma su voluntad de dialogar en un ambiente de respeto mutuo, buena fe y apego irrestricto a la legislación para alcanzar un acuerdo que sea beneficioso para las partes.