Como un lugar donde experimentar la gracia de Dios, se refirió el obispo, Monseñor Ricardo Morales, al templo parroquial Espíritu Santo, uno de los cuatro templos jubilares de la diócesis durante este Año Santo Jubilar al que convocó el Papa Francisco.
En la misa celebrada el domingo 30 de marzo se declaró solemnemente este templo como templo jubilar del Valle Norte, que incluye las comunidades de El Salvador y Chañaral. Acompañaron al obispo los sacerdotes de los Sagrados Corazones Rafael Domínguez y René Cabezón, que acompañan pastoralmente a esta comunidad, y el párroco de Chañaral, p. Mark Mallia Pawley.
El obispo dijo que este templo, “durante este jubileo, es un lugar que nos permite reconocer la bondad de Dios, el amor del Señor” y manifestó su deseo de que “ojalá podamos experimentar este año esa misericordia, ese amor”, y que “cuando asistamos a este templo podamos vivir lo que el Señor nos pide en las obras de misericordia, que podamos crecer en el amor, que podamos reconocer aquellos hermanos que necesitan de una palabra que les dé esperanza, que les haga salir de la tristeza que paraliza”. El obispo señaló que cada persona está invitada a vivir esa misericordia “en nuestras casas, comunidades, trabajos, familias, donde sea, que vivamos esa misericordia que aquí hemos descubierto”.
Refiriéndose a la parábola del hijo prodigo o padre misericordioso. Explicó que “nos muestra que el Señor ha venido a nuestro mundo a darnos a conocer cómo es el corazón de Dios” y agregó que “el amor de Dios es más grande que cualquier pecado, por eso nos invita a descubrir su misericordia, por eso Jesús nos muestra un Dios que está siempre esperándonos”.
Durante la misa se llevó al altar el logo del Jubileo, para recibir la bendición especial del obispo. Cabe señalar que el templo ha estado adornado con los colores de este logo. Como lo explica el p. René Cabezón, “todas estas festividades estuvieron acompañadas del colorido simbolismo de guirnaldas, pendones y telas con los cuatro colores del logo del Jubileo de la Esperanza, que adornaron los muros, el frontis y el campanario de la parroquia. Estos cuatro colores (azul, verde, amarillo y rojo) representan los continentes donde está presente la fe católica, representada en un gesto de abrazo a la cruz de Cristo. Esta cruz, dinámica y curvada hacia la humanidad, sale a su encuentro y no la deja sola, ofreciendo la certeza de la presencia de Dios y la seguridad de la esperanza, simbolizada por un ancla”.
La comunidad celebró el domingo anterior, 23 de marzo, una misa en conmemoración de los 60 años de la parroquia Espíritu Santo. Por su parte, el sábado 22 realizó una ceremonia en el templo parroquial, donde se reconoció a laicos y agrupaciones (la alcaldía, el Centro Cultural Pueblo Hundido, la Biblioteca municipal y los seis bailes religiosos de la parroquia), con la entrega de un libro con la historia de la parroquia, escrito por los hermanos Enrique y Ricardo Pizarro Castillo. Este momento fue realzado por un video que mostró las fotografías de los homenajeados, tanto de los que están vivos como de los difuntos, que fueron representados por sus familiares.