Padre Rodis Christensen asume como párroco de Santísima Trinidad de Copiapó

La tarde del domingo 11 de mayo, la comunidad de la parroquia Santísima Trinidad de Copiapó recibió como párroco al sacerdote Rodis Christensen Zamora, de la Congregación de la Misión, conocidos como vicentinos.

El rito de toma de posesión de la parroquia comenzó con la lectura del decreto de nombramiento, en la voz de la Canciller, Ximena Cáceres. Luego fue la profesión de fe del padre Rodis y su promesa de fidelidad a la Iglesia, momento que finaliza con el signo de la mano del sacerdote sobre los evangelios. Luego de esto, el obispo bendijo el agua para que el p. Rodis asperjara a la comunidad reunida en el hermoso templo parroquial.

En la homilía, centrada en el evangelio del Buen Pastor, el obispo invitó a toda la comunidad, pastores y fieles, a escuchar la voz del Señor. Don Ricardo dijo que “lo que nos enseña Jesús es a tener paciencia, humildad, saber escuchar, que no es solo oír, sino que requiere una actitud del corazón, que me lleve a reconocer que en el otro hay verdad” porque recalcó que “el Señor nos habla a todos”.

El obispo también mencionó que Cristo es el pastor de todo el rebaño. “Cualquier movimiento, cualquier sensibilidad de la Iglesia es parte del todo, ya que todos formamos parte de la misma Iglesia y Cristo es pastor de todos; incluso es más pastor de esa oveja que se pierde que de las 99 que están seguras”. Por eso, llamó al padre Rodis a la misión de “una parroquia de puertas abiertas, que esté cerca de los que más sufren”.

Continuando su prédica, el obispo dijo que Jesús ve lo más profundo del corazón “y así nos ama, no se deja llevar por las apariencias, nos ama por lo que somos” y resaltó que ese amor es incondicional. Por último, invitó a las personas presentes a orar por el nuevo párroco, “por su servicio, porque todos construimos la comunidad”.

Luego tuvo lugar la renovación de las promesas de la ordenación. Tras esto, el obispo le entregó simbólicamente al p. Rodis la sede presidencial, la fuente bautismal y el altar. Después de la comunión, el párroco recibió de manos del obispo las llaves del Sagrario.

Finalmente, tomó la palabra el p. Rodis, quien mostró su alegría por este encargo pastoral, mencionando la fiesta de San Isidro celebrada más temprano, la misión, la visita a los enfermos, y el comienzo de la preparación de ministros de la eucaristía. También recordó con cariño al fallecido padre Gerardo Díaz, quien fuera párroco de este sector durante la pandemia, iniciando la presencia de los vicentinos en la diócesis. Agradeció al obispo “por abrir las puertas de la diócesis; haré todo lo que pueda en beneficio de esta Iglesia”. Expresó su gratitud también a los diáconos que lo acompañaron, Pedro Flores, Antonio Collao, Luis Adaos y Tomás Torres. También lo acompañó en el altar su amigo, el p. Marco Sanhueza, de la comunidad San Francisco de Sales, El p. Rodis cerró si intervención citando a Pedro Vargas, con un “Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido”, expresión que fue acogida con risas por la feligresía.

Después de la misa hubo un compartir fraterno en uno de los salones de la parroquia, para dar la bienvenida al p. Rodis

Compartir

Facebook
Twitter
WhatsApp