El Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentó una querella penal contra cuatro funcionarios del Ejército por su presunta responsabilidad en la muerte del conscripto Franco Vargas y las lesiones sufridas por otros 45 jóvenes durante una marcha militar realizada el 27 de abril de 2024 en Putre, Región de Arica y Parinacota.
La acción judicial expone además graves denuncias sobre abuso, negligencia y maltrato en el Servicio Militar.
Según La Tercera, la querella, de 23 páginas, fue ingresada este lunes y apunta directamente al comandante Claudio Guajardo, el teniente Bjorn Wohllk, el capitán Michael Fritz y el enfermero militar Manuel Zambrano.
Se les imputan los delitos de apremios ilegítimos, falsificación de instrumento público y omisión de deberes de colaboración con la justicia, entre otros cargos.
Franco Vargas falleció tras desmayarse dos veces en plena marcha a 4.200 metros sobre el nivel del mar, en condiciones extremas y sin recibir atención médica oportuna.
Según la querella, Vargas había manifestado problemas de salud días antes del ejercicio físico forzado, pero tanto su superior directo como el personal médico militar desestimaron las advertencias.
De acuerdo con el relato del CDE, la falta de atención oportuna, la ausencia del enfermero militar durante la marcha y el retraso en su evacuación fueron factores decisivos en la tragedia.
Vargas murió por una miocarditis viral no diagnosticada a tiempo, sin que se le pudiera administrar oxígeno por la falta de equipamiento adecuado.
Castigos irregulares y condiciones insalubres
El documento judicial detalla hechos previos a la marcha fatal, incluyendo prácticas de castigo consideradas irregulares y degradantes.
Uno de los más llamativos ocurrió el 19 de abril, cuando el teniente Wohllk obligó a tres conscriptos a desplazarse por el suelo en “punta y codo” como sanción por no cantar correctamente un himno militar.
Uno de ellos sufrió una crisis de pánico y todos requirieron atención médica.
El CDE también denunció condiciones insalubres en el recinto de Pacollo, donde los soldados eran alojados.
Entre los problemas se identificaron fecas de roedores en la cocina, cristales rotos, techumbres en mal estado y utensilios lavados con agua estancada.
Además, se acusó al enfermero Zambrano de negligencia, al no haber evaluado correctamente el estado de salud de los soldados ni haber impedido que participaran en ejercicios extenuantes pese a mostrar signos evidentes de descompensación.
El fiscal regional de Arica y Parinacota, Mario Carrera, ya se encuentra en la fase final de revisión del caso y se espera que presente en los próximos días solicitudes de formalización.
Fuente: www.cnnchile.com
