En medio de la presentación de sus descargos respecto al cuaderno de remoción y las acusaciones constitucionales que pesan en su contra por sus chats con el abogado Luis Hermosilla, durante las últimas horas se dio a conocer un hecho que involucra a la ministra suspendida de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, con el exfiscal Carlos Gajardo y exconvencionales del Frente Amplio.
Según consignó La Tercera, el expersecutor prestó su casa para una reunión de Vivanco con integrantes de la Convención Constitucional, cuando la ministra se desempeñaba como vocera del máximo tribunal.
El contexto de esto se remonta al 2022, cuando la Convención planteó diferentes propuestas al área judicial. El debate apuntaba a una profunda reforma a la magistratura que, entre varias cosas, impulsaba el pluralismo jurídico, sistema de justicia casi paralelos, un poderoso Consejo de Justicia, un cambio de reglas para los supremos y una revisión periódica a los jueces.
Frente a esto, en enero de ese año, Vivanco presentó un informe llamado “Independencia judicial: indispensable para el Estado de derecho”, donde señalaba que la propuesta colocaba en riesgo la independencia e inamovilidad de los jueces.
Esto generó un constante debate entre el órgano constitucional y la Suprema, a raíz de esta iniciativa de los convencionales de izquierda.
Vivanco tomó un rol bastante relevante sobre mostrar los riesgos de la propuesta de la Convención para la independencia y autonomía de la magistratura.
El pleno de la Corte Suprema creó un grupo que hizo de “conexión” entre el Poder Judicial y la Convención, encargado de mirar el trabajo de la Comisión de Sistemas de Justicia, donde uno de sus coordinadores era el exconvencional del Frente Amplio, Christian Viera.
Este equipo del máximo tribunal lo conformaba, además de Vivanco, los ministros Arturo Prado, Jean Pierre Matus y Leopoldo Llanos.
La pugna entre supremos y convencionales era evidente, sin embargo, el texto de la Convención avanzaba y estaba casi listo. No obstante, aún quedaban por tramitar las normas transitorias.
En esa oportunidad, los ministros del máximo tribunal estaban pendientes del efecto sobre dos normas: bajar la jubilación de los jueces de 75 a 70 años y la regla que fijaba que los supremos durarían un máximo de 14 años en sus cargos.
En concreto, la Suprema buscaba que esas reglas tuvieran un efecto futuro y no un alcance retroactivo.
El medio antes mencionado contactó al exconvencional Viera, quien dijo que producto de este tema, la ministra le escribió para coordinar una reunión, recalcando que ambos no eran cercanos.
Para ese momento, la Comisión de Sistemas de Justicia ya había terminado y Viera era parte de la Comisión de Armonización. Pese a esto, él conversó con su bancada y se decidió que era importante este encuentro con la suprema.
Viera no vivía en Santiago, por lo que debía encontrar un lugar para concretar la cita. Fue ahí cuando llamó a uno de sus mejores amigos, el exfiscal Carlos Gajardo, para pedirle su casa.
El expersecutor, quien no estuvo presente ese día, accedió, y en su domicilio en La Reina se reunieron la ministra Vivanco y convencionales de la bancada de Viera, entre ellos: Jaime Bassa e Ignacio Achurra. Ambos eran parte de la Comisión de Disposiciones Transitorias, por lo que su asistencia resultaba útil.
En la reunión se plantearon los distintos puntos de vista de ambas partes, donde Viera, por ejemplo, comenta que le dijo a Vivanco que la postura de la bancada era apoyar que las reglas que afectaban a los jueces no tuviera un efecto retroactivo. Además, le dijeron a la ministra que no podían asegurarle que se lograra los 2/3 del pleno, que era lo que se necesitaba para aprobar una norma.
Finalmente, cuando se votó el capítulo de las disposiciones transitorias, el texto de la Convención protegió a los jueces actuales y las reglas antes mencionadas terminaron afectando solo a nuevos funcionarios judiciales.
Fuente: www.biobiochile.cl