Alimentos que no todos pueden comer

Sin duda alguna todos los seres humanos somos distintos, y reaccionamos distintos ante las distintas enfermedades, medicamentos e incluso con los alimentos.

Es un hecho que la situación de pandemia en Chile ha golpeado el bolsillo de las personas en este último tiempo, no obstante ello esta situación no ha sido impedimento para que las  personas  vayan de todas maneras al supermercado y comprar lo que se necesita.

Pero no todas las personas pueden alimentarse con lo mismo, hay quienes necesitan productos libres de gluten, lactosa, etc.

Estas personas presentan intolerancia alimentaria, donde el cuerpo no puede digerirlos correctamente, además provoca que el sistema digestivo se irrite con dolores abdominales, acidez estomacal, gases, indigestión, etc.

Sus causas son:

  • Ausencia de un enzima para digerir un alimento
  • Síndrome de intestino irritable (son contracciones anormales del color)
  • Sensibilidad a los aditivos de los alimentos
  • Enfermedad celiaca (lo normal es que el organismo tenga en su intestino delgado vellosidades que capten los nutrientes, pero debido a la enfermedad autoinmune provocada por el gluten, genera un cambio en la estructura del intestino delgado, atrofiando las vellosidades, provocando que la superficie sea plana, lo cual dificulta la absorción de nutrientes)
  • Estrés

Por lo tanto ¿que pueden comer las personas con intolerancia alimentarias?

Pongámonos en la situación de los intolerantes a la lactosa. Ellos deben evitar todo productos que tengan leche, es decir  las galletas, sopas o pure en sobre, mantequillas, chocolate con leche, pasteles, etc. 

Entonces para compensar las carencias de calcio o vitamina D, es posible consumir leche de soja, arroz, almendras, helados sin lactosa, quesos veganos, yogurt (dependiendo del grado de intolerancia de lactosa), pescado, frutos secos, legumbres, etc.

Hasta ahora todo suena muy bien, pero la realidad dice otra cosa, ya que cada producto que se menciono es difícil de adquirir por su alto costo, por ejemplo la caja de leche entera puede costar  $660, mientras que la leche de almendras que le hace bien a estas personas puede  costar $2.600 o más.

Por lo tanto, esto nos dice una cosa que hace falta implementar políticas públicas de salud en función de las personas con intolerancia alimentaria, porque no sacamos nada con seguir vendiendo alimentos ricos en grasas y baratos, que hacen un flaco favor a estas personas. Si queremos tener menos pacientes en los hospitales, los alimentos que ayudan a estar personas deben ser más baratos y es ahí donde el estado deben intervenir.

Hernán González García

Estudiantes de Odontología

Facultas de ciencias de la salud

Universidad Arturo Prat

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