Rodrigo Varela contreras es el Presidente de la Cámara de Comercio de Diego de Almagro y, desde ese cargo, tiene una mirada clara sobre la realidad que vive su comuna en todo aspecto. También tiene claro dónde están radicados los problemas y obstáculos para el progreso de su tierra. En este sentido, no duda en apuntar al municipio local y su jefatura, por la escasa comunicación y el nulo apoyo hacia la entidad gremial que preside, lo que a su juicio impide el crecimiento de la organización. “Sentimos que estamos excluidos (..) Tuvimos conversaciones al principio de nuestro mandato (…) pero después nunca más”, indicó al comienzo de la entrevista con este medio.
Fundada en 1970, la Cámara de Comercio y Turismo de Diego de Almagro, tras una refundación, ha subsistido gracias a las prestaciones de servicio a la minería y a las demandas de las empresas que instalan los parques fotovoltaicos, excluyendo un rubro tan importante como es el turismo.
“Además de Cámara de Comercio, también somos de Turismo y acá se pueden hacer muchas cosas, porque somos ricos en recursos naturales en la cordillera, pero lamentablemente no tenemos el apoyo municipal y bajo esas condiciones es poco lo que podemos hacer”, declaró al respecto.
No obstante, los sueños de esta entidad no se han desvanecido y piensan en grande con el turismo, específicamente con la alternativa que significa Inca de Oro. “Solos, no podemos hacer turismo, tenemos que contar con el apoyo municipal. Segundo, en turismo tenemos que trabajar todos juntos, teniendo una misma mirada, con un municipio amigable, incentivando a los comerciantes para que tengan la misma mirada. Por ejemplo, San Pedro de Atacama lo promocionaron el comercio local y la Municipalidad de Calama durante 20 años en el metro de Madrid; pero, acá no podemos hacer lo mismo porque estamos solos”.
Luego, Varela continúa con sus lamentos por la insensibilidad del municipio hacia su gremio, pero, al mismo tiempo, entrega su propuesta: “Tenemos condiciones que nos ha ofrecido el gerente general de El Salvador, las que sin embargo, no hemos tenido la posibilidad de presentárselas al municipio (…) y, entonces, el único que pierde es el vecino común que ve que su pueblo no avanza en ser hermoseado, tampoco en lo social ni cultural. Seguimos pensando que basta con que el municipio nos entregue una caja de alimentos para sentirnos conforme. Los organismos gubernamentales son para darnos capacidad de vida, capacidad de proyección (…) tenemos que trabajar en conjunto para pensar cómo Diego de Almagro puede ser un poquito mejor”.
Consultado por la gestión municipal post aluvión 2015, el presidente del comercio dieguino indicó que “lamentablemente, después de ese gran desastre no se han hecho cosas relevantes que pudieran evitar las consecuencias de otra catástrofe de esa naturaleza: El rio sigue siendo el mismo, se hizo un estudio con la participación de la gente, pero esa participación ciudadana no pasa de ser un saludo a la bandera, porque no se toma en cuenta lo que nosotros queremos. Me preocupa, porque se hicieron puras soluciones de parche; parece que las autoridades están más preocupadas de quién ganará en las próximas elecciones que de cosas tangibles. Es molesto para la gente tener que levantar nuevamente sus casas sin tener la certeza que más adelante vuelva a pasar lo mismo”.
Finalmente, a modo de mensaje, el directivo del comercio dieguino, entregó palabras de optimismo, indicando que el plus de los comerciantes es saber ponerse de pie ante las adversidades y está convencido que pueden venir tiempos mejores en la medida que exista una nueva administración municipal, con una mirada distinta de la proyección que requiere la comuna y, sobre todo, que sea incluyente, que no deje a ningún dieguino afuera, porque todos forman parte de una misma comunidad.
